Título original: Boogeyman
Año: 2005
Duración: 86 min.
País: Estados Unidos
Director: Stephen T. Kay
Guión: Eric
Kripke, Juliet Snowden, Stiles White (Historia: Eric Kripke)
Música: Joseph LoDuca
Fotografía: Bobby Bukowski
Reparto: Barry
Watson, Emily Deschanel, Skye McCole Bartusiak, Lucy Lawless, Tory Mussett,
Robyn Malcolm, Charles Mesure
Productora: Coproducción USA-Nueva Zelanda
Género: Terror, Suspense, Misterio, Leyendas urbanas...
Sinopsis: A primera vista, Tim es un joven normal, con un
trabajo aceptable y con una relación satisfactoria con su novia Jessica. Sin
embargo, desde la niñez, vive atormentado por un miedo que lo domina por
completo, y que cada día es más grande. Cuando tenía ocho años le ocurrió algo
tremendo: todas las noches, después de acostarlo, su padre le contaba cuentos
de terror, cosa que su madre desaprobaba; pero una fatídica noche, mientras Tim
escuchaba, paralizado por el miedo, su padre fue violentamente absorbido por el
armario y nunca más volvieron a verlo ni a saber de él.
Entretenimiento: 9
Trama: 7
Atmósfera: 8.5
Impacto: 7.5
Trailer:
Crítica:
Determinados elementos salvan a esta peli del bochorno y la vergüenza
ajena. Paso a enumerar las, contadas, virtudes: la idea del hombre de la bolsa
como una reminiscencia de la infancia del protagonista es acertada. Aún
contando él con varios años podemos enfocar la peli como una suerte de desquite
o de desengaño hacia algo que supo estar, ser temido y no desaparecer de todo
con el tiempo. El protagonista se encuentra con sus miedos no resueltos de la
infancia, esto no es ultra original pero sirve como propuesta movilizadora.
El otro punto a favor, y este es importante, es esa
disfunción del espacio/tiempo que se produce en el estado del personaje: un
ambiente onírico en donde las puertas nunca dan al mismo sitio y en donde las
ventanas parecen querer señalar el afuera, pero siempre teniendo en cuenta ese
exterior que no se aleja de lo más mental y psíquico del prota.
Allí donde elogié la fuente que da vida a la peli, el hombre
del saco, vale decir que como elemento terrorífico la elección de esta criatura
es descabellada por tratarse de un cuento infantil del que todo adulto se desprende
tarde o temprano. No hablo del ratón Pérez, que puede ser una pieza de oro como
para hacer una peli, y ya existe, para los niños maravillados por ver a su
ídolo llevado a la gran pantalla. La puerta del miedo es una clara obra de
terror para no menores de 18...¿quién va a registrar el producto como algo
íntimo, personal y seductor?
Segundo error: puedes amagar una, dos, tres, cuatro veces
para generar el suspenso pero no puedes emplear este recurso como la matriz de
la película: vive de amagues. Algo está por pasar y no pasa, así siempre. La
tolerancia del espectador no ha sido tenida en cuenta.
Por último: cuando finalmente ocurre lo que ocurre, después
de 27 amagadas intercaladas en 40 minutos cualquier desenlace sonará a final
barato. Y lo peor de todo es que aún obviando esos amagues ya comentados el
desenlace sigue teniendo ese mismo sabor.
Escenas favoritas:
-El principio, cuando Boogeyman coge al padre del niño.
-Cuando aparece la madre del protagonista en la cama.
-Cuando Boogeyman aparece en escena.
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